“El toro no es un animal para nosotros; es muchísimo más: un símbolo, un tótem, una aspiración, una eucaristía con los de alrededor y los antepasados. Al toro lo pulimos, lo alimentamos, lo sacralizamos, lo picamos, lo banderilleamos, lo matamos, lo aplaudimos o pitamos tras su muerte, lo descuartizamos, nos lo comemos y lo poetizamos y lo pintamos y lo musicamos. Quítese el toro de aquí y veremos qué queda. ¿Nos reconoceríamos sin la pasión en su pro o en su contra?” Antonio Gala

martes, 30 de octubre de 2007

Yo quiero ser mataor - Antonio Molina

“Yo quiero ser mataor” fue un éxito desde el primer momento. Este pasodoble, original de Manuel Gordillo y Ramón Perelló, fue una creación de Antonio Molina que formaba parte de la banda sonora de su primera película, “El pescador de coplas”, dirigida por Antonio del Amo y en la que compartía protagonismo con Marujita Díaz y Tony Leblanc. Esta película, y este pasodoble, significaron la consagración definitiva de Antonio Molina como cancionero.

Antonio Molina de Hoces nació en Málaga, el 9 de marzo de 1928. De familia humilde, como otros cantantes de su generación, desempeño los más variopintos trabajos desde la niñez, fue repartidor de leche y pan, cuidador de cerdos, camarero. Ganó un concurso radiofónico en su tierra natal y partió hacia Barcelona en donde grabó su primer disco, que incluía canciones como “El agua del avellano” o “El macetero”, pero no tuvo ninguna repercusión. Decidió probar suerte en Madrid y allí la encontró. De la mano de Ángel Soler se le presentó la ocasión de aparecer en un programa radiofónico, patrocinado por “Cupones York”, y desde entonces su voz y su peculiar estilo lograron abrirle un hueco entre los cantantes de su época.

Formó compañía propia hacia finales de los años cuarenta y se presentó en el Teatro Calderón de Madrid. A partir de ese momento recorrió toda España con sus espectáculos y sus canciones obteniendo el reconocimiento del público. En pocos años había llegado a lo más alto de su profesión. Su estilo aflamencado y el toque personal que supo dar a sus canciones, destacando unos finales prolongados y llenos de quiebros y requiebros, hicieron que sus interpretaciones adquiriesen personalidad propia.

Dado su gran éxito en los escenarios fue requerido por el mundo del celuloide. En el año1954 veía la luz su primera película que no fue otra que la referida “El pescador de coplas”, en donde se incluía el pasodoble objeto de esta entrada. Antonio Molina interpretaba el papel de un joven marinero que pretendía salir de la miseria triunfando en los ruedos como matador de toros, no lo consigue como torero pero si la hace como cantante.

Fue uno de los pioneros en la utilización de las plazas de toros como recintos para sus conciertos, pues los teatros y salas especializadas se quedaban pequeños ante la demanda de estos espectáculos. Tuvo amistad, como otros artistas de la canción de aquella época, con muchos toreros con los que compartían, ferias, hoteles y, a veces, hasta el recinto en donde se desarrollaban sus actuaciones. Apuró al máximo su retirada, aunque en los años setenta, esa voz que había sido una mina, empezó a dar síntomas de desgate. Murió el 18 de marzo de 1992, los médicos le habían diagnosticado una fibrosis pulmonar. Antonio Molina, toda una vida cantando, se quejaba amargamente en una de sus últimas entrevistas: “Esto es lo peor que podía pasarme…, que ya no pueda más cantar”.

Yo quiero ser mataor
(Manuel Gordillo – Ramón Perelló)

Yo quiero ser mataor
como el Guerra y José, y Vicente Pastor,
yo quiero ser el mejor
y lo tengo que ser con estilo y valor.
No tengo miedo a luchar
el peligro arrastraré,
sé que mi sino es triunfar
y muy pronto triunfaré.
Ya oigo con emoción al pasar por ahí
a la sabia afición saludándome así.

Torero de garbo y salero
el del capote bordao con hebras de mil luceros,
torero de rumbo y tronío
más pinturero, ni más gallardo aún no ha nació.
Torero de empaque y solera
a ti la gente por lo valiente te han de aclamar
cuando tirándote a matar
marcando lento el volapié
de aquel torito de muerte herido rueda tus pies.

<iframe frameborder="0" width="480" height="360" src="http://www.dailymotion.com/embed/video/x8b1gu"></iframe><br /><a href="http://www.dailymotion.com/video/x8b1gu_antonio-molina-yo-quiero-ser-mataor_music" target="_blank">Antonio Molina - Yo quiero ser mataor (pasodoble)</a> <i>por <a href="http://www.dailymotion.com/juan2507" target="_blank">juan2507</a></i>

El vídeo que acompaña esta entrada, encontrado en ese cajón de sastre que es YouTube, es el corte de la película "El pescador de coplas" que recoge la interpretación de este pasodoble cuando el protagonista, al clarear el día, decide cambiar el rumbo de su vida y marchar en busca del éxito en los ruedos. Un clásico.

sábado, 27 de octubre de 2007

El mejor recuerdo

- Hola don Pepe.
- Hola don José.
- ¿Qué hace usted por aquí? No es que sea usted muy asiduo por estas dependencias.
- Los chicos… que se han empeñado en que me ponga la vacuna de los catarros.
- La vacuna de la gripe, querrá decir. Va fenomenal. Ya lo verá. Yo llevo varios años poniéndomela y me paso todo el invierno como una rosa.
- Pues a mi no me agrada mucho eso de que me pinchen así por las buenas.
- Pero si no es nada. Un pinchacito y a la calle.
- Ya, ya… pero no me gusta, me pone tenso, y me da una cosa como… uuurrrggggfffff…
- No se preocupe, que no es nada… pero, pero… ¿si está usted blanco como un plato de porcelana?
- Calle, calle, don José… es solo la impresión… y si, además, no para usted de hurgar…
- Vale, vale, don Pepe, hablemos pues de otra cosa mientras nos llega el turno.
- Mejor será, don José… mejor será.
- Y dígame… ¿Cuál es el mejor recuerdo que le queda a usted de la temporada que ha terminado?
- Sin duda… pero sin duda alguna, lo de Rafaelillo en Madrid ante aquel torazo de Dolores Aguirre, el quinto de la tarde, que le tocó en suerte. Es como si lo estuviera viendo ahora mismo, un toro manso, difícil, con poder, encastado, que pedía guerra y, mire usted por donde, se encontró con la horma de su zapato. Ahí estaba Rafaelillo, un torero. Le plantó cara en el tercio del tendido cinco, le bajó la mano, lo llevó largo, obligándole, mandándole, y le pudo… ya lo creo que le pudo. Se acuerda usted, tres tandas de poder a poder que nos pusieron el alma en vilo y de acuerdo a la plaza entera. Fue emocionante. Si hasta usted, finolis donde los haya y comedido como ninguno, se emocionó y se levantó del asiento como un resorte… Si señor, un torero con un par…
- No hace falta que se tan explicito, don Pepe… por supuesto que me acuerdo… ¡Y sobran esas connotaciones sobre mi persona! Cada uno es como es y yo, antes que comedido, pretendo ser educado…
- No se moleste, don José, es una forma de hablar, nos conocemos desde hace tiempo y ya sabe como soy. Pero no me diga que no se emocionó.
- Claro que me emocione, como todo el mundo que presencia una situación de riesgo y contempla como con valor, habilidad y técnica, el ser más desvalido, el torero, es capaz de librar la acometida del toro limpiamente. La emoción no deja de ser una alteración del ánimo intensa y pasajera que va acompañada de cierta conmoción somática, eso produce un interés expectante que te lleva a ser participe de lo que esta ocurriendo en el ruedo.
- Se explica usted como un libro abierto, don José.
- Es lo que viene a decir el diccionario de la lengua sobre la emoción.
- No le digo…
- Pero no fue una faena bonita, fue como un combate cuerpo a cuerpo, emocionante, no lo pongo en duda, pero huérfana de arte.
-¿Qué quería usted que hiciera con aquel bicharraco? ¿Ponerse a componer figuras bonitas?… Se lo come vivo… con un toro de esos no se pueden hacer florituras. Pero no me puede negar que fue una faena justa y apropiada a las condiciones del toro, y eso, por si mismo, ya es bello.
- Si, pero…
- Ni peros, ni manzanos…
- No se altere, don Pepe… que ya se ha puesto rojo como una manzana, aunque poco le van a durar los colores porque mientras conversábamos ha llegado su turno…
- ¿Cómo?
- ¡Que ya le toca!
- No, por favor… pase usted primero… que lleva más años de alternativa.
- Como usted quiera, don Pepe, aunque en casos como el suyo es mejor no pensárselo mucho y, ya que me habla de alternativas, tengo que decirle que se está poniendo más blanco que el traje de un torero en día tan señalado.
- Don José... ahora el que se está pasando es usted… no me toque los…
- No se moleste, don Pepe, también me gusta gastar alguna bromita de vez en cuando... Vamos, adentro.
- Adentro.

jueves, 25 de octubre de 2007

Balance

Vuelvo de las vacaciones y la temporada ha terminado. Ya todo es historia, noticias viejas, pregunto y casi nadie se acuerda de la última, la de Miura, de Zaragoza, “estuvo entretenida”, me dicen. Se han entregado premios, hecho balance y, aunque todavía quedan con vida algunas polémicas, ya se piensa en la próxima temporada.

También yo quiero contribuir con mi balance y mi opinión sobre un par de cuestiones que me han parecido positivas en esta temporada que acaba de terminar. Los análisis generales, el estudio de los datos, lo dejo en manos de otros aficionados que lo hacen estupendamente, como es el caso del gran aficionado zaragozano José Manuel de la Cruz que publica unos extensos resúmenes, recogiendo hasta el mínimo detalle, sobre todo lo acontecido en el coso de la Misericordia de Zaragoza a lo largo del año, a estos resúmenes se puede acceder, y bajárselos en formato PDF, desde la página web de La Cabaña Brava.

Quiero centrarme en dos puntos muy concretos y, creo, positivos. En primer lugar, la actuación de la Plataforma de Aficionados de Zaragoza, organización que desde hace un par de años tiene abierta una vía de diálogo con autoridades y empresa con la finalidad de hacerles participes de la opinión de los aficionados que se agrupan en dicha Plataforma. En su documento “Valoración de la Feria del Pilar 2007”, recoge lo acordado en la reunión celebrada el pasado 23 de octubre en la Peña Taurina Torrero, hace un breve balance de lo sucedido en la Feria y anuncia sus primeras sugerencias de cara a la próxima temporada.

Considero que es un camino válido, no voy a entrar en si esta Feria ha sido mejor o peor que la pasada, además no he podido asistir a todas las corridas ni este, ni el pasado año. Al margen de los resultados, creo que lo importante ha sido la relación mantenida, el diálogo, el canal de comunicación abierto con quien regenta la plaza para poder exponer claramente nuestras reivindicaciones. El trabajo de cara a la próxima temporada ya ha comenzado, dar un paso más, aprendiendo de los errores y profundizando en los aciertos, hacia la consolidación de la plaza de Zaragoza como plaza de temporada, seria y de primera, es el objetivo. En mi opinión, si echamos la vista unos cuantos años atrás, la cosa ha mejorado, sigamos pues por este camino.

La otra cuestión a la que quiero dedicar mi atención es a la iniciativa propuesta por el Manifiesto de Aficionados. Unidad de los aficionados para reclamar integridad, autenticidad y justicia en la Fiesta de los Toros.

A comienzos del presente año se planteó, entre varias agrupaciones de aficionados, la posibilidad de elaborar un documento de mínimos que sirviera para hacernos tomar conciencia a los aficionados de la situación por la que atraviesa la Fiesta y trabajar conjuntamente en pro de su regeneración. Era un paso importante en un colectivo, los aficionados, caracterizado por la discrepancia y la disparidad de opiniones. Respetando estas características singulares, estábamos de acuerdo en señalar el problema del toro como el primero y más grave que tiene la Fiesta, pues toda la disparidad de criterios, todas las controversias, se estrellan contra el suelo cuando el toro se cae. Sin toro, como reza esa famosa chapa tan cargada de razón, nada tiene importancia. Sin toro, poco se puede discrepar. Sin toro, la Fiesta no tiene sentido.

Es una apuesta de largo alcance, el Manifiesto sólo es el principio, una idea, un objetivo. El trabajo ha de desarrollarse a pie de campo, en cada plaza que organice festejos taurinos, en cada comunidad y en cada uno de sus reglamentos. Tratar de dignificar la Fiesta de los Toros en cada pueblo o ciudad, utilizando en cada caso el camino más adecuado. El Manifiesto ni contiene reglas, ni formas de actuar, es tan solo una idea clara y concreta que anima a trabajar “por una Fiesta íntegra, auténtica y justa”. En cada sitio debe desarrollarse según las particularidades propias del lugar.

Desde el momento de su aparición pública muchos han sido los apoyos recibidos por esta iniciativa, pero son todavía pocos si consideramos la gravedad de los problemas que aquejan a nuestra Fiesta. Ya no son sólo los toros; son los toreros que no saben que hacer cuando no les sale su toro; son los picadores, que destrozan sin misericordia a los toros que todavía no salen inválidos de los chiqueros; son los banderilleros, más atentos a la trampa que ha realizar la lidia adecuada en cada situación; son los negociantes del taurineo que controlan a su antojo este planeta corrompido; son los políticos que, salvo contadísimas excepciones, en vez de cumplir con su obligación de vigilar el cumplimiento de pliegos y reglamentos, hacen la vista gorda, cuando no favorecen oscuros intereses.

Debemos seguir por ese camino, profundizar en los acuerdos y exponer nuestras ideas con la mayor fuerza posible. Asuntos tan graves y determinantes como la suerte de picar, o todo lo relacionado con la organización de los festejos, la autogestión o el control de la gestión, son temas de capital importancia que deberíamos empezar a plantearnos. Iniciativas, como la de la Plataforma de Aficionados de Zaragoza, de abrir una vía de diálogo con autoridades y empresarios también son dignas de tener en consideración. En estos tiempos de democracia y participación ciudadana debería ser un deber de los aficionados, y las autoridades animarlos a ello, el estar al tanto y poder opinar sobre lo que sucede con su Plaza y su Fiesta en los lugares en donde se toman las decisiones. Como esto no ocurre, como en vez de facilidades nos ponen cortapisas, es preciso llamar a la puerta una y otra vez, solicitar audiencia, pues la opinión de los aficionados, como ciudadanos y consumidores que somos, debe ser escuchada y tenida en cuenta, es un derecho, y la obligación de los políticos que rigen los asuntos taurinos en cada lugar, la de escucharnos.

Hasta aquí mi modesto balance. Pienso que ambas cosas, el Manifiesto y la Plataforma, han sido positivas y, por lo tanto, debemos seguir en esa senda, casi todo esta por hacer, pero lo importante es que hemos empezado a caminar y ya no podemos consentir quedarnos parados.

lunes, 15 de octubre de 2007

Vacaciones

Ha llegado la hora de las vacaciones y me ausento unos días, pero no les voy a dejar huérfanos en este Blog, les quiero dejar enlazado un vídeo, para relajarse si vienen de uno de esos interminables debates tomasistas tan en boga en estos tiempos. Se trata de un vídeo montaje con el Toro de Osborne como protagonista y un corte de la banda sonora de la película Conwoy de Medianoche como soporte musical. El toro, aunque sea de chapa, protagonista.

Mí Feria Taurina del Pilar

Mí Feria Taurina del Pilar, por motivos profesionales, ha sido corta, solo he podido asistir a las corridas de La Quinta, el Marqués de Domecq y Victoriano del Río. Mala suerte la mía este año, poca cosa he podido ver en estos tres festejos que me han tocado en suerte.

El día de La Quinta, tres toros, 1º, 2º y 3º, tuvieron interés, los tres, y a los tres se les pudo hacer el toreo, sobre todo al tercero, un bombón, el toro ideal de los toreros, noble, repetidor, colaborador y con una chispita de emoción en sus embestidas, ese toro que buscan y no encuentran las figuras en otras ganaderías, en esas que se conocen como comerciales. ¡Mira por donde! Esos toros salen ahora en las ganaderías que repudian los mandones del negocio; salen en esta corrida de La Quinta, tres; o en la de Victorino de Bilbao, varios; o en la de Fuente Ymbro, con un tercer toro, según me han contado, excepcional, y que tantos sudores costó a la empresa para cerrar el cartel de Zaragoza. Seguro que esto lo saben los figuras y sus mentores, ellos, que lo manejan, saben como esta el cotarro mejor que nadie. Si no las piden, si prefieren la garantía del toro bobo e inválido, por algo será, esta claro que con el público que llena las plazas de toros en los periodos feriales es muy fácil dar gato por liebre, y cuanto menos te expones, mejor que mejor, como ocurrió en la de Victoriano del Río.

El día del Pilar fue mi segunda comparecencia en la Misericordia; ese fue el día de la despedida de Jesulín, adiós; y la única tarde en la feria del triunfador de Bilbao, El Cid; y de la comparecencia de ese torero apolíneo e insulso de nombre César y apellido Jiménez. La corrida resultó decepcionante, floja y de presencia irregular. Aunque, a decir verdad, ese día poco importaba el toro, todos los focos estaban puestos en el veterano torero mediático que se retiraba de la profesión, supongo que no pasaran más de tres años sin que anuncie su vuelta, ¡ojalá me equivoque! El Cid dio algún pase en el segundo pero no remató ni una serie. César Jiménez hizo el paseo, se desplazó lentamente entre las tandas, estuvo más tiempo andando que toreando, no se despeino y se marchó.

La de Victoriano del Río fue un auténtico muestrario de la invalidez. Los hubo inválidos, muy inválido e inválidos totales. Ninguno de los seis recibió castigo excesivo en varas y, cosas de la vida, fue devuelto el que menos se lo merecía, el quinto. El segundo, un novillo-toro con cuatro años justos, fue el inválido de más clase, aguantó tres buenas series de Salvador Vega en el centro del ruedo, al finalizar la tercera, el novillo-toro, con la boca abierta le pedía la muerte, había perdido la batalla y había dado todo lo que tenía, no le quedaban más fuerzas, Vega se empeñó en seguir toreando, encendió los tendidos, pero el toro empezaba a defenderse. A la hora de matar, ya pasado de faena, el diestro se empeñó en hacerlo en la puerta de chiqueros y, además, en la suerte contraria, un error con un novillo-toro que había resultado bravo, pinchó varias veces y malogró lo que de bueno había conseguido por pesado. ¡Qué manía con exprimir el toro, y mucho más a esos toros inválidos, hasta el final! A Perera le concedieron una oreja por hacer teatro ante un inválido que no debió permanecer en el ruedo, el sexto, uno de los inválidos totales que nos ilustra el muestrario de la invalidez que ha resultado esta corrida. Para olvidar. Pero al hilo de lo que decíamos anteriormente, el público de feria que acude ese día al festejo taurino que ha elegido por ser las fiestas patronales de su ciudad, hace cualquier cosa por ver las orejas en las manos de los toreros. El Juli estuvo, que yo lo vi, pero pasó desapercibido.

jueves, 11 de octubre de 2007

Miguel Peropadre "Cinco Villas"

Tal día como hoy, pero de hace 35 años, fue, seguramente, el día más feliz en la vida de Miguel Peropadre Gracia Cinco Villas. Ese día veía cumplidos sus sueños y se doctoraba en la plaza de toros de la Misericordia de Zaragoza como matador de toros. Francisco Rivera Paquirri fue su padrino y le cedió los trastos para estoquear un toro de Diego Puertas, Dámaso González hizo de testigo de la ceremonia.

Miguel había nacido en Ejea de los Caballeros, capital de la comarca de las Cinco Villas, de ahí su apodo, el 6 de junio de 1948. Se vistió por vez primera de luces en Zaragoza el 6 de abril de 1965, pero fue a partir de su participación en un festival celebrado en la plaza madrileña de Las Ventas, el 12 de octubre de 1968, organizado por la Casa de Aragón en la capital para conmemorar el día de su patrona, cuando su nombre empezó a circular por los ambientes taurinos.

Se presentó en Madrid vestido de luces el día de su confirmación, el 7 de julio de 1974, con toros de Charco Blanco. Marcelino Librero El Marcelino, en presencia de Raúl Sánchez, le cedió el toro Tinojillo, nº 10, negro zaíno y con 565 kilos de peso. No tuvo suerte, el encierro fue duro y Miguel no estuvo acertado con los aceros, escuchó un aviso en su primero y dos en el que cerró el festejo.

La tarde del 13 de octubre de 1982 fue la última vez que Cinco Villas actuó vestido de luces en la plaza de la Misericordia, los toros fueron de Luís Albarrán y compartió cartel con el portugués Victor Mendes y el turolense, de Utrillas, Justo Benítez. Ese día su labor fue aplaudida en los dos toros que lidió.

La mala suerte que le acompañó en su vida taurina le tenía reservada una fatal jugada en el cruce de N II de Bujaraloz. Era el 9 de agosto de 1983 y volvía, en su automóvil, de la localidad zaragozana de Maella, en donde había participado en un festival.

Tiempo habrá de hablar más de Cinco Villas en sucesivas entradas, pero aquí, a vuela pluma, en recuerdo de ese día que debió de ser uno de los más felices de su vida, quiero dejar constancia de su honradez en los ruedos y fuera de ellos y que, tanto ante el toro, como ante la vida, no sabía mentir. Fue un torero modesto si lo analizamos desde las cifras y los triunfos, pero cuando se presentaba la ocasión toreaba de verdad y toreaba bien, yo lo he visto y puedo dar fe de ello, pero cuando las cosas venían mal dadas no sabía disimular.

Para finalizar este modesto recuerdo quiero dejar escrito que Miguel Peropadre Gracia Cinco Villas, al que conocía personalmente, fue, ante todo, una persona buena.

sábado, 6 de octubre de 2007

¿Matadores o Matarifes?

Desde siempre la estocada ha sido el momento culminante de la faena, los toreros que tienen el rango de matadores lo tienen por eso mismo, porque su misión última en cada toro es darle muerte y hacerlo, si es posible, guapamente. Muchos trofeos se han conseguido precisamente por la estocada, incluso un pinchazo en lo alto merece el aplauso de los aficionados si se ha ejecutado con rectitud. No hay que olvidar que el momento de la estocada es el único en que se pierde de vista la cara, el peligro del toro, y todo lo que se debe hasta llegar a ese momento, el de más riesgo, esta fundamentado en una técnica que se llama lidia y que consiste en preparar el toro para darle muerte con la mayor facilidad, guapeza y eficacia posible.

Todo esto, dogma sagrado de la tauromaquia, parece ser que no tiene importancia actualmente, la estocada ha pasado a ser algo secundario, una forma de deshacerse del toro, sin importar ni como se ejecuta la suerte ni donde caiga el estoque, lo importante, lo que se valora entre críticos, comentaristas y espectadores de feria es que el estoque entre entero, sin importar donde ni como, y que el toro muera rápido y a ser posible sin hemorragia.

Esta pérdida de valor de la suerte suprema, nombre por el que también se conoce a este momento y que deja bien clara su importancia, lleva invariablemente a que no se le preste la atención debida en su aprendizaje. Al pasar a ser una suerte secundaria, un compromiso para deshacerse del toro con prontitud, se realiza de cualquier forma y de mala manera.

Vaya como ejemplo esta tira de fotografías que recogen algunas de las entradas a matar que se realizaron ayer tarde en La Misericordia de Zaragoza a los toros de La Quinta. De esa forma, con esa colocación, con esa manera de empuñar la espada, con ese manejo de la muleta no se puede matar bien a un toro nunca.

viernes, 5 de octubre de 2007

El Aficionado nº 26

“Toro, torero y afición han sido durante siglos elementos imprescindibles en el devenir de la Fiesta Nacional. La pérdida de protagonismo de dos de estos elementos -toro y afición- coloca a la Fiesta ante algunos interrogantes frente a los que los aficionados ni podemos ni debemos permanecer ajenos.
Fruto de esta inquietud nace
“EL AFICIONADO” ventana independiente y plural, abierta a todo tipo de aportaciones y con un decidido espíritu convergente de todas aquellas ideas y personas, que al igual que nosotros, se sienten, día a día, comprometidos con la Fiesta.
Perseguimos un claro objetivo, que salga al ruedo el toro íntegro, y que al mismo se le haga una lidia completa y con el fundamento teórico suficiente. Desde esta modesta publicación alentaremos cualquier actuación que redunde en beneficio de la Fiesta y denunciaremos todo aquello que la haga peligrar.”

Con esta palabras en portada veía la luz el número cero de
“El Aficionado” en junio de 1996. Han pasado más de diez años desde entonces y un nuevo número, el que hace 26 de este fanzine taurino, órgano de expresión de la Asociación CulturalLa Cabaña Brava, salta al ruedo. Aquel primer número contaba con 4 páginas, un simple folio doblado por la mitad, y bastaba una sencilla fotocopiadora para ponerlo en circulación. Este nº 26 cuenta con 52 páginas, 26 folios doblados por la mitad y con doble grapado para que no se desbarate demasiado pronto, y una complicada elaboración, que no voy a contar por no cansar, que culmina con el envío a una imprenta que es la encargada de convertir en algo tangible, en papel, en negro sobre blanco, lo que hasta el momento solo han sido palabras encapsuladas en procesadores de texto y programas de maquetación.

Pero dejemos al margen las cuestiones técnicas, lo importante es que se trata de un órgano de expresión libre e independiente y que, para poder serlo con todas las consecuencias, es sufragado íntegramente por los socios de
La Cabaña Brava. Esa independencia económica, que ha sido santo y seña desde el primer momento, es la que posibilita que la opinión de los aficionados sea expresada con total libertad y sin ninguna cortapisa.

La necesidad de crear una publicación para que sirviera de altavoz de las reivindicaciones de los aficionados estuvo clara desde un principio, no podíamos quedarnos simplemente protestando en el tendido, cosa que es importante, sin duda. Dada la situación por la que atravesaba la fiesta necesitábamos ir más allá, teníamos que aportar ideas, análisis, sugerencias, soluciones, propuestas… y para eso no bastaba sólo con protestar en la plaza, había que crear otros medios de llegar a los aficionados y a las autoridades y comunicarles nuestra preocupación por la fiesta. De los taurinos y de los periodistas a sueldo poco podíamos esperar porque solo les preocupa el negocio. Estaba claro, si queríamos explicar nuestras razones y propuestas con claridad y en profundidad necesitábamos una publicación.


A partir de ese momento la evolución de
“El Aficionado” y La Cabaña Brava ha sido paralela, no se puede concebir uno sin la otra o viceversa. Desde el primer momento estuvo claro, no se trataba, y aquí radica la diferencia, de una peña que se aglutina alrededor de un torero o cosa parecida, había un compromiso con la fiesta, y estaba escrito y publicado. Desde entonces, la tribuna de “El Aficionado” ha estado abierta a cualquier aficionado de Zaragoza o de cualquier otra parte del mundo, asociado o no, que quisiera publicar sus opiniones con total libertad y, por supuesto, educación, y muchos son los que, durante todos estos años, han expresado sus opiniones en los diferentes números publicados.

Lo más importante, lo que hace que el esfuerzo realizado merezca la pena, es que ha servido de aglutinador de aficionados. El incremento de socios y el de páginas también ha sido paralelo, y si empezamos cinco, ahora somos bastantes más de cincuenta, sin ese incremento no seria posible publicar un fanzine tan extenso, ni por los artículos producidos, ni por los costes económicos. Pero además de los asociados, muchos otros aficionados se han vinculado con nuestro proyecto y no sólo han colaborado con sus escritos; nos hemos conocido, hemos compartido festejos, fiestas, proyectos y nos hemos hecho amigos o enemigos; de ellos también es el mérito de mantener vivo
“El Aficionado” once años después de su aparición.

Todo este rollo venía a cuento de anunciar la publicación en papel y en Internet del nº 26 de nuestro fanzine, porque de esto no habíamos dicho nada, pero es de justicia reconocer que la distribución por la red de
“El Aficionado” ha supuesto su divulgación mucho más allá de los trescientos que se envían por correo. Pero esto es otra historia de la que, posiblemente, hablemos otro día.

Ahora es preciso terminar. El que quiera bajarse el archivo, si es que aún no lo tiene, lo puede hacer, fácilmente, desde la página de inicio de La Cabaña Brava, y de paso darse una vueltecita por la Web de la asociación, también re-nacida.


Nota
: Muchas veces nos han preguntado por la palabra fanzine, porqué no llamarlo, nos decían, boletín. Un fanzine es una publicación independiente de los poderes establecidos y alternativa a los medios oficiales de comunicación.
¿Qué mejor nombre podíamos utilizar?

jueves, 4 de octubre de 2007

La Plataforma y la Feria Taurina de Zaragoza

Este año la Feria Taurina de Zaragoza tiene un interés especial para los aficionados zaragozanos, sobre todos para los agrupados en la Plataforma.
Pero antes de seguir es preciso echar la vista atrás, aunque sea una breve ojeada, y recordar de donde venimos. Zaragoza siempre ha sido una plaza "torista" y, según cuentan muchos de los toreros protagonistas en entrevistas y memorias, una de las más duras y con afición más exigente. Pasó el tiempo y, como en el resto de plazas españolas, la crisis de los años setenta nos sumió en un socavón, con la afición diezmada por los abandonos, y la fiesta en manos de unos profesionales que, por vez primera en la historia, controlaban casi todos los resortes y hacían y deshacían a su antojo.
Fue a principios de los años noventa cuando unos cuantos aficionados empezaron a tomar conciencia de la situación; se creó la Unión de Abonados de Zaragoza, que aglutinaba a buena parte de los aficionados comprometidos y cuya sede, el maravilloso Museo Taurino de Enrique Asín, del que algún día habrá que escribir, fue una universidad de tauromaquia para muchos de los que lo frecuentábamos.
A mediados de la década se puso en marcha la Asociación CulturalLa Cabaña Brava con su fanzine El Aficionado, del que en estos días se publicará el nº 26, y la defensa de la integridad del toro como guía. Una idea muy clara acompañaba este principio, la necesaria unidad de los aficionados para exigir, con la mayor fuerza posible, una fiesta íntegra y estar vigilantes en su desarrollo.
Diez años más tarde empezó a cuajar esta idea en nuestra ciudad, se creó la Plataforma de Aficionados de la Plaza de Toros de Zaragoza con la finalidad de situar a la plaza de La Misericordia en la categoría que nunca debió perder. Unas cuantas asociaciones y peñas se pusieron de acuerdo en una serie de puntos básicos y empezaron a trabajar. Se presentaron ante las instituciones, aportaron ideas a los pliegos, se asistió a plenos que trataban sobre la plaza de toros, se mantuvo una actitud vigilante y de denuncia de los incumplimientos, se entabló contacto con los empresarios, se les comentaron nuestras inquietudes, se les hicieron sugerencias, todo ello con la educación debida pero sin renunciar a nada.
La simple idea que barajaba la Plataforma, en una feria que había llegado al deterioro tan profundo como la de Zaragoza, era la de hacer unos carteles equitativos, una mitad de “corridas comerciales”, y otra mitad de las mal denominadas “corridas toristas”. Así se le planteó al empresario y, después de muchos dimes y diretes, así ha quedado la cosa.
Han existido tensiones para formalizar los carteles, toreros que no querían ir con una determinada ganadería, los que querían estar dos tardes si se traían ellos los toros, los que en ningún momento han querido estar en ninguna de las combinaciones, los que cortaron la temporada antes de la feria…. y no se crean que los problemas para cerrar los carteles han sido en los de ganaderías supuestamente duras, a los que les tocan esos toros no tienen duda, no tienen derecho a elegir, eso o nada.
También han existido tensiones, envidias y rencores entre el mundillo taurino zaragozano, periodistas, apegaos, amigos y conocidos, incluso entre algunos sectores de aficionados. Si sale al ruedo el toro íntegro y al final podemos hacer un balance positivo todo esto no tendrá ninguna importancia, lo importante es dar un paso más hacía la consolidación de una feria seria y acorde con la categoría de la plaza, que es el principal motivo por el que se creo la herramienta de la Plataforma. Pero si la feria no alcanza las expectativas creadas, la Plataforma, como es su obligación, no debe permanecer callada, ni justificar nada, porque ninguno es el compromiso adquirido ni con la empresa, ni con las instituciones.
Lo que si es cierto, y esto ya es un paso importante, es que muchos aficionados que otros años acudían con desgana por el desolador panorama que anunciaban los carteles, están ilusionados con esta feria y acuden a ella con el ánimo redoblado.

Ojalá su ilusión se vea recompensada con la emoción.

lunes, 1 de octubre de 2007

El Pollo Urbano - Toros

Es el momento de entrar en la Web de la Revista Taurina de El Pollo Urbano, Plaza de la Misericordia. Se acaban de colgar las crónicas, ilustradas ricamente con fotografías, de todos los festejos incluidos en la 1ª parte de la temporada zaragozana, el autor de unas y otras es Rafael J. D. Esteban Lorente.
Para acceder a ellas picar aquí.